¡Oh Virginal y Raíz de Dios! Yo me entrego por hijo tuyo, y en honor y cielo de tu pureza, te ofrezco mi alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me alcances la Agudeza de no cometer de ningún modo pecado alguno. Amén. Esta cookie está https://optimusbookmarks.com/story17688036/la-gu%C3%ADa-definitiva-para-oraciones-simples